Propuesta experimental

La Química te pinta

Se trata de una propuesta experimental para generar nuestra propia ‘pintura al temple’, una de las técnicas pictóricas más antiguas que conocemos. De la mano de la Química, aportaremos además algunos conocimientos acerca de los pigmentos, el diluyente, las sustancias aglutinantes y emulsionantes, todos ellos necesarios para la producción de nuestras mezclas.

Preparación de la pintura al temple

Para preparar esta pintura tenemos que hacer 2 mezclas. En la primer mezcla vamos a necesitar agua (diluyente) y ferrite (pigmento), mientras que la segunda mezcla se genera con la yema de huevo (aglutinante) y el aceite de linaza (emulsionante).
En la Mezcla 1 utilizamos agua para disolver los pigmentos en polvo y obtener el color, mientras que en la Mezcla 2, la yema de huevo actúa como aglutinante otorgando características mecánicas a la pintura como son la adhesión y la elasticidad.

Soportes para pintar

Se recomienda utilizar materiales que sean absorbentes tales como papel, madera, lienzo, yeso, etc. También podés pintar nuestra mascota FIQ: el fiquito.

La Química detrás de la pintura al temple

La preparación de pintura que propusimos se denomina ‘temple de huevo’ y pudimos obtenerla gracias a dos sustancias que se distinguen entre: compuestos orgánicos e inorgánicos.

Los compuestos orgánicos contienen carbono, combinados comúnmente con elementos como hidrógeno, oxígeno, nitrógeno y azufre. El resto de los compuestos se clasifican como compuestos inorgánicos. Sin embargo, no todos los compuestos del carbono son sustancias orgánicas, pues el diamante, grafito, dióxido de carbono, cianato de amonio y el carbonato de sodio, se derivan de minerales y tienen propiedades inorgánicas características.

En este caso, utilizamos el aceite de linaza que es un compuesto orgánico que se halla en el grupo de los lípidos. Este tipo de compuestos, son sustancias naturales que están ampliamente distribuidas en animales y vegetales. Son sustancias poco o nada solubles en agua y solubles en solventes orgánicos. Realizan un conjunto muy importante de funciones en los seres vivos como reservas energéticas, antioxidantes, hormonas entre otros.

Este tipo de aceite, de características similares al aceite de oliva, se mezcla con los distintos pigmentos (ferrite) con mucha facilidad y permite además, un secado más rápido. Las gotas del aceite estarán dispersas en el agua, se entonces que tenemos una emulsión de aceite en agua. Para lograr que las gotas aceite y agua no se separen, agregamos una sustancia emulsionante que contiene en su estructura una parte con afinidad al agua y la otra presente afinidad por el aceite.

Por su parte, el ferrite es un compuestos inorgánico que suele utilizarse en la fabricación de los ladrillos (de ahí su color), mosaicos, adoquines, etc. Se trata de un pigmento en polvo (óxidos de hierro) de alto poder tintóreo, resistente a luz, a la intemperie y a los agentes químicos. Se caracteriza además por integrarse con facilidad a una mezcla y no contiene sales.

También en nuestra pintura, intervinieron dos ingredientes muy conocidos: el huevo y el agua, que cumplieron la función de aglutinante y diluyente respectivamente.

¿Qué es aglutinante? ¿Por qué el huevo actuó como aglutinante o qué lo hace que sea aglutinante? ¿Cuál es su función en la pintura?

En la pintura el aglutinante es un medio en pintura es un elemento que permite aglomerar los pigmentos. Esto quiere decir que los alberga al pigmento en su seno y lo mantiene fijo al soporte. La yema de huevo actúa como aglutinante, ya que contiene un elevado porcentaje de grasas en su composición. Su utilización en la pintura permite la formación de una capa con excelente característica mecánicas como la cohesión, adhesión y elasticidad, que otorgan la particularidad a la pintura al temple.

¿Por qué el agua actuó como disolvente? y no como diluyente. ¿Cuál es su función en la pintura?

El agua disuelve los pigmentos (ferrites), para generar el color de la pintura. Su funcionalidad está asociada al tipo de aglutinante (yema). La pintura tiene que tener un balance entre la proporciones de grasa y agua, ajustando su consistencia con agua y la yema.

Acerca de las mezclas

Una mezcla es un sistema material formado por dos o más sustancias distintas, distribuidas de manera azarosa una en el seno de la otra. Existen dos tipos de mezcla: homogénea y heterogénea.
La mezcla homogénea se denomina solución y solemos prepararla, por ejemplo, cuando disolvemos jugo en polvo en agua. Este tipo de mezcla se caracteriza por presentar una única fase y dos componentes: un componente llamado soluto que se encuentra en menor proporción (jugo en polvo) y un solvente que está en mayor proporción (agua).
La frase “son como el agua y el aceite” es un claro ejemplo de mezcla heterogénea a la que llamamos emulsión. En este tipo de mezcla, las dos sustancias (agua y aceite) no se asocian sino que forman dos capas bien diferenciadas. Ello ocurre porque ambos líquidos son inmiscibles, son sustancias químicamente diferentes, lo que hace que no puedan asociarse generando una única fase.

Mezcla 1 + Mezcla 2 = ¿qué sucedió?

En la pintura obtenida, los ferrites se mezclaron con el agua, formando la fase acuosa, y con el aceite de linaza, formando la fase grasa. Es decir, dos fases bien diferenciadas.
Ahora bien, para mantener unidas estas sustancias (ferrite, agua y aceite de linaza) fue necesario contar con un emulgente que, en este caso, fue la yema de huevo cuyo emulsionante activo es la lecitina (lípido). Un emulsionante consta de dos partes en su estructura: una parte hidrofílica, que presenta afinidad con el agua, y una parte lipofílica que presenta afinidad con el aceite. Al agregar la yema de huevo a la mezcla de aceite y agua, la parte hidrofílica de la lecitina tiende a juntarse con el agua y la parte lipofílica tiende a asociar a el aceite. De esta manera pudimos evitar la separación de las sustancia y estabilizar la emulsión.

Aprender jugando

Pinturas: Google Art & Culture

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