Los 95 años que celebramos este año son el resultado de un rico entramado de historias, tejidas no solo por los diferentes recorridos institucionales sino también por las infinitas historias personales de todos aquellos que, de una u otra manera, unieron sus vidas a la vida de nuestra Facultad. Hoy comenzamos a compartir esas historias personales, a través del relato de un egresado:
"Soy Diego Ulrich, estoy viviendo y trabajando en Brasil y quiero contarles como llegué acá.
Estudié en la Escuela Industrial Superior, donde me recibí de Técnico Químico. En ese entonces eran 7 años de escuela. Entre las materias que cursábamos estaba “Química Alimenticia y Fermentativa”. Me gustó mucho los temas que allí estudiábamos y ello terminó inclinando mi decisión por seguir la carrera de Ingeniería en Alimentos en la FIQ.
Mientras estudiaba en la Facultad hice una pasantía en el Instituto de Bromatología de la Provincia de Santa Fe y comencé a estudiar portugués. Luego, me postulé para un intercambio estudiantil con la Universidad Federal de Río Grande do Sul (Brasil) y fue así como cursé un semestre en esa universidad y aprobé 5 materias específicas de alimentos. Entre ellas, las que más me gustaron fueron “Bioingeniería” , “Enología” e “Investigación y desarrollo de nuevos productos”. La experiencia fue tan enriquecedora no sólo en lo académico sino también en lo sociocultural, que me llevó a pensar que algún día volvería a trabajar a Brasil.
Finalizando mi carrera, hice una pasantía en PB Leiner Argentina, fábrica de gelatina ubicada en Sauce Viejo. Después, ya recibido de Ingeniero en Alimentos, trabajé unos meses en Veneto, fábrica de helados, y luego en CORLASA, empresa láctea ubicada en Esperanza. Luego me surgió la oportunidad en PB Leiner para ir a la fábrica que estaban construyendo en Mato Grosso (Brasil), como responsable del proceso de fabricación de gelatina. Parecía que lo que alguna vez había soñado para mi futuro mientras realizaba el intercambio estudiantil se estaba haciendo realidad. Además, era un desafío más que interesante poder participar del arranque de una fábrica! Sin pensarlo mucho, acepté la propuesta y ya hace más de dos años que estoy viviendo y trabajando en Brasil. Tengo un hijo brasileño con mi esposa, que también es santafesina y a la que agradezco haberme acompañado, aún a sabiendas que dejaba familia y amigos en Argentina".
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