El Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación seleccionó a los ganadores de la edición 2013 de los Premios Houssay y Jorge Sabato. Este último es reconocido a aquellos investigadores que desarrollaron la mayor parte de su labor científica en el país y que se destacan en transferencias y desarrollos tecnológicos.

Por su contribución al desarrollo del sector económico-productivo, el “Premio Jorge Sabato” fue otorgado al doctor Carlos Alberto Querini (área Ingenierías, arquitectura, informática), considerado un referente fundamental en Argentina en plantas de producción de biodiesel. Por su merecido reconocimiento, Querini recibirá $35.000, una medalla y un diploma.
Cabe destacar que los ganadores de ambas distinciones fueron seleccionados por comisiones de evaluación para cada área de conocimiento integradas por 20 miembros de reconocida trayectoria. La convocatoria estuvo organizada por el Programa Nacional de Popularización de la Ciencia y la Innovación de la cartera de Ciencia.

Los inicios del camino recorrido
Carlos Querini estudió Ingeniería Química y luego realizó el doctorado en esta disciplina en la Facultad de Ingeniería Química de la Universidad Nacional del Litoral, dedicándose a la actividad académica, docencia e investigación, desde el segundo año de su carrera de grado.  Finalizado el doctorado, realizó una estadía post-doctoral en los laboratorios de Exxon Research and Engineering, en los Estados Unidos, durante un período de tres años.
En palabras del galardonado, “estos no fueron mis primeros intentos en el mundo de la investigación. Estando en la escuela primaria, comencé a jugar con experimentos de química, de los más variados. Compré algún material de vidrio, muy elemental, y trabajaba en hacer mezclas de combustibles sólidos para lanzar cohetes. Recuerdo bien los temerarios experimentos, e incluso que registraba cada intento, las fórmulas que preparaba y qué resultados se habían obtenido. Tenía 10 años”.
Durante su carrera participó en proyectos de investigación en el área de catálisis heterogénea y en varias ocasiones en trabajos para empresas en diversos temas. “Ambas actividades me resultaban muy apasionantes. De esa manera fui evolucionando en la investigación científica, pero siempre con una componente de interacción con el sector productivo, la que fue creciendo gradualmente”, expresó Querini.
El eje central de sus líneas de investigación ha sido el estudio de procesos catalíticos, aplicados en una diversidad de temas, como por ejemplo: procesos de producción de naftas de alto octanaje, el control de contaminantes de gases de escape y el tratamiento del agua para consumo humano.

Las fortalezas del trabajo en equipo
En su equipo de trabajo, han participado a lo largo de estos últimos 25 años, no menos de 50 estudiantes que tuvieron pasantías y becas de investigación científica, o de docencia, y participaron en los trabajos de transferencia realizados para diferentes actores sociales. Según Querini, “Si pretendemos que la sociedad se acerque a buscar soporte en el sistema científico-técnico, debemos preocuparnos de que la sociedad y sector productivo conozcan las capacidades de dicho sistema, y confíen en él. La participación de los estudiantes de grado en los grupos de investigación es una manera altamente eficiente de diseminar esa información.”
En cuanto a la línea de investigación de producción de biodiesel, Querini y su equipo acompañaron el nacimiento y desarrollo de la industria en Argentina, realizando un espectro muy amplio de acciones, como por ejemplo: la implementación de los controles de calidad exigidos para la exportación y comercialización en Argentina, el dictado de cursos en empresas, entrenamiento de personal técnico de producción y control de calidad en los laboratorios del INCAPE, diseño de procesos, puesta en marcha de plantas, etc.  Sólo en este tema, manifestó Querini, “se ha brindado asesoramiento a más de 150 empresas, desde productores agropecuarios a grandes compañías productoras de aceite y biodiesel. Pero todo comenzó con una inquietud acercada por un joven egresado, que había ya trabajado en mi laboratorio”.
Quizás su grandeza se encuentre no sólo en su capacidad intelectual y la convicción en su labor científica, sino en la sencillez con la que relata sus pequeños grandes logros cotidianos. “Para los que trabajamos en investigación por vocación, el encontrar respuestas y explicaciones a las observaciones representan grandes satisfacciones. En general, no descubrimos la solución al problema, y si somos afortunados, podemos en algún momento explicar por qué lo que hicimos no funcionó. Podríamos decir que en esos casos, hemos tenido un fracaso exitoso. Pero hay momentos muy gratificantes, como encontrar una respuesta a una pregunta compleja, corriendo así la frontera del conocimiento, con un minúsculo aporte”.

Prensa FIQ

 

Te invitamos a escuchar,  además, las palabras del Dr. Querini durante su visita  al Programa Estación UNL - FM X (103.5) - Micro Radial de la FIQ