En el marco de la carrera de Especialización en Ciencia y Tecnología de la Leche y los Productos Lácteos de la Facultad de Ingeniería Química de la UNL, el 26 de agosto se dictaron dos Conferencias magistrales sobre explotación de bubalina: “El búfalo en el mundo, en América y en Argentina”, cargo del Prof. Dr. Gustavo Ángel Crudeli, y “Producción de leche bubalina y derivados lácteos”, a cargo del Prof. Dr. Exequiel María Patiño.  Ambos son docentes en Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE), Corrientes, y miembros de la Asociación para el Desarrollo y la Producción del Búfalo en la Argentina (ABUAR).

El futuro del búfalo en Argentina

La primera de las charlas tuvo como objeto presentar al búfalo en sociedad, contar sobre sus orígenes, su distribución territorial, sus características, su manejo y productividad, y su futuro en nuestro país. Según Crudeli, “el búfalo  es una de las especies domésticas que más está creciendo en Argentina, tanto en número de animales como en número de productores. En nuestro país se está trabajando pero muy lento para poder desarrollar mucho más la producción de carne y leche de búfalo. Por ejemplo, en Corrientes recién hace 3 años que hay una  carnicería que vende carne de búfalo como tal”. En cuanto a las limitaciones que enfrenta su producción, Crudeli sostiene que: “Hay que vencer los prejuicios y tener una campaña muy fuerte para difundir en la población que la carne de un búfalo joven es tan buena  como la de cualquier bovino”.
Crudeli es miembro fundador y Presidente de la  ABUAR y Delegado oficial de la Argentina ante la Federación Internacional de Búfalos (IBF). Al respecto, manifestó. “Nuestra Asociación es diferente a las tradicionales sobre búfalos. Está integrada por profesionales universitarios y por criadores, lo cual genera un ida y vuelta muy importante. En esto la Universidad tiene un rol realmente de primer orden. La UNNE es la primera referente en el país del tema búfalo, porque precisamente la mayor concentración de búfalos está en Formosa y Corrientes que detentan el 85% de los búfalos de Argentina”.

Producción de leche bubalina y derivados lácteos

La segunda de las conferencias estuvo a cargo del Prof. Dr. Exequiel María Patiño quien destacó que “en toda América se producen búfalos; desde Canadá hasta Chile. En nuestro país solamente dos provincias no están produciendo búfalo: Santa Cruz y Tierra del Fuego, en todas las demás se está produciendo, pero no en la cantidad que sería necesario”.
Argentina ocupa el cuarto lugar de producción de búfalos en América, detrás de Brasil en primer lugar seguido de Venezuela y Colombia. “Tenemos 8 millones de hectáreas improductivas que es toda la zona submeriodional, los esteros, lagunas, islas y zonas inundables, que no las aprovecha el ganado tradicional. En Argentina hoy tenemos un poco más de 100 mil búfalos pero podemos llegar a tener hasta 3 o 4 millones. Esto es todo lo que podríamos crecer en zonas que actualmente no están siendo aprovechadas productivamente”.
En cuanto a la leche de búfala, Patiño explicó: “la producción de leche empieza a emerger lentamente pero necesita para su desarrollo de un gran cambio de mentalidad. La búfala tiene sus particularidades; a pesar de producir menos cantidad de leche que la vaca, la diferencia está en el rendimiento. Por ejemplo, para hacer 1 kilo de queso fresco necesitamos 10 litros de leche de vaca, en cambio necesitamos sólo 5 litros de leche de búfala porque tiene mayor cantidad de sólidos totales”.
Al igual que Crudeli, Patiño coincide en que uno de los grandes obstáculos para el desarrollo de la producción de búfalo en nuestro país es la falta de difusión positiva. “Es necesario difundir a través de las universidades, las asociaciones, las instituciones, la idea de que el búfalo no viene a competir con el ganado tradicional sino a complementarlo. Al campo bueno va el ganado tradicional y al campo malo e inundable va el búfalo. Esta especie tiene muchas particularidades: no solamente come pasto, sino que mete la cabeza en el agua y saca el que crece en el fondo, comen la corteza de los árboles en plena sequía y la inundación no los afecta porque es un búfalo de agua. Hay que convencer al productor que puede tener las dos especies juntas: vacas y búfalos, porque hay una repulsión sexual, no se juntan, cada uno en su lugar y no se pelean. Ese es el mensaje a difundir”.

 

Prensa FIQ | UNL