“El Cuerpo como instrumento” fue el eje del primer encuentro del año del espacio Wake Up! que se realizó el jueves 2 de mayo en la Facultad de Ingeniería Química de la UNL. El taller vivencial fue facilitado por Lucila Gunno, promotora socio-cultural e instructora de Ashtanga Yoga, y participaron estudiantes, docentes y comunidad universitaria en general.

En esta oportunidad y a través de diferentes actividades, se hizo énfasis en la importancia de incrementar la inteligencia emocional, encontrar equilibrio entre nosotros mismos y el entorno, potenciar capacidades creativas y responsabilizarnos de nuestras necesidades, y abordarlas con energía y motivación. Los participantes también aprendieron sobre la importancia de cada uno y su rol dentro de un equipo, y cómo la energía y el empuje individual pueden hacer que las cosas funcionen bien o mal.

En la actualidad, "las personas estamos acostumbradas a automatizarnos para cumplir con las exigencias del ritmo de vida que nos imponemos. Así, dejamos de lado el escuchar(nos) interiormente y escuchar nuestro cuerpo. Por consiguiente, hacemos rígido nuestro pensar, nuestros vínculos con el otro y los otros, nuestras relaciones. Utilizamos lo ya conocido y que sabemos funciona. Nos bloqueamos en todos los aspectos, desde los más externos a los más profundos y sutiles, perdiendo capacidades y posibilidades", sostuvo la tallerista en relación a los fundamentos de la actividad.

Este taller estuvo pensado para incrementar la inteligencia emocional, encontrar equilibrio entre nosotros mismos y el entorno, potenciar capacidades creativas y responsabilizarnos de nuestras necesidades, y abordarlas con energía y motivación. "Siempre obtendremos una experiencia nueva que tenga que ver con nosotros y por lo tanto con el cuerpo vivencial", fueron las palabras de Lucila Gunno.

 

 

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