ProyectáBio es una herramienta generada desde el Programa UNLBio para fomentar el intercambio de conocimiento a través de equipos multidisciplinarios que potencien el trabajo colaborativo y el espíritu emprendedor. El objetivo es estimular el desarrollo de ideas proyectos de impacto productivo y que, al mismo tiempo, promuevan la economía circular, el agregado de valor para la bioeconomía, la sostenibilidad y sustentabilidad. Un total de ocho ideas proyectos fueron reconocidas, las primeras cuatro recibieron un premio de $30.000 por equipo y las restantes, de $15.000. Cinco de los proyectos seleccionados tienen integrantes de la Facultad de Ingeniería Química de la UNL.

“Uno de nuestros ejes prioritarios es incentivar el emprendedurismo y este programa se transforma en una herramienta principal para ello. Estamos muy contentos con los resultados y queremos felicitar, no sólo a los integrantes de los grupos sino también a los tutores, que tanto compromiso han demostrado”, comentó el secretario de Relaciones con el Medio de FIQ, Lucas Bruera. 

Equipos multidisciplinarios

Uno de los requerimientos para participar del concurso fue conformar un grupo con miembros pertenecientes a dos o más carreras diferentes, de una o más Unidades Académicas y/o Centros de la UNL. De esta manera, se buscó impulsar el trabajo colaborativo y multidisciplinario: “Nosotros por ejemplo, somos un equipo que viene trabajando hace un tiempo en el Instituto de Lactología Industrial (INLAIN), pero a partir de este programa incorporamos a un estudiante para que haga el estudio de mercado. Siempre sentimos que eso nos faltaba y ahora estamos muy contentos con el resultado”, aseguró Claudia Vénica, docente investigadora de nuestra casa de estudios y tutora del proyecto “Prototipo para la elaboración de una bebida láctea fermentada reducida en lactosa”. Por su parte, Silvina Regenhardt, otra de las docentes investigadoras de FIQ que tuteló el proyecto “Desarrollo de filamentos para impresión 3D a partir de plásticos reciclados y otros residuos agroindustriales” destacó: “el trabajo interdisciplinario fue excelente, se complementaron perfectamente. Cada participante del equipo hizo un aporte muy importante y en forma colaborativa. Creo que esta modalidad de trabajo excede la labor de cada grupo particular para convertirse en un proyecto de integración multidisciplinaria entre facultades”.

Un impulso para seguir adelante

“Este premio significa para nosotros un avance para poder solidificar la idea proyecto. Ahora queremos tener un producto y afianzar el plan de negocios para poder conseguir más fondos” expresó Sergio Romero, graduado reciente de Ingeniería Química de la FIQ y participante del proyecto “Producción de astaxantina y otros productos de poder antioxidante, a partir de microalgas Haematococcus pluvialis”. En ese mismo sentido, Marcos Stubrin, estudiante de Ingeniería Industrial e integrante del proyecto MateCaps, afirmó “nuestro equipo viene trabajando hace más de un año y este primer reconocimiento e incentivo económico que recibimos viene muy bien. Tenemos planificado un primer lanzamiento de un producto mínimo viable así que estamos ocupados en abordar las distintas áreas que el negocio requiere”. Asimismo, Débora Manuale, docente investigadora FIQ y tutora del grupo de “Agregado de valor en la cadena de producción de batata en el norte de Santa Fe” agregó que “este estímulo nos fortalece, el dinero nos sirve para continuar la investigación, que actualmente estaba frenada porque necesitábamos comprar algunas cosas para poder seguir”.

Conectando el sector académico con el productivo

Es importante destacar que además del incentivo económico que recibieron los proyectos premiados, todos los proyectos presentados recibieron apoyo a través de las diferentes herramientas que brinda la Secretaría de Vinculación Tecnológica de la UNL, como ser el asesoramiento en el área de emprendedores, mentoreo, coaching, fortalecimiento de la propuesta, entre otras acciones disponibles para potenciar y fortalecer las idea proyectos. “Para nosotros fue una gran oportunidad para fusionar nuestras diferentes investigaciones y darles un enfoque como emprendimiento. Participar de las capacitaciones ya de por sí nos sirvió mucho y luego fue muy gratificante poder ganar. Tenemos mucha confianza en nuestro producto, ahora queremos dedicarnos a pulir la idea y mejorar el emprendimiento para pasar de lo netamente académico a lo comercial” apuntó Matías Senovieski, estudiante de la Licenciatura en Biotecnología y otro de los integrantes del proyecto “Prototipo para la elaboración de una bebida láctea fermentada reducida en lactosa”.

 

Prensa FIQ | UNL