En el marco de la Convocatoria “Ciencia y Tecnología contra el Hambre” fue seleccionado el proyecto: “Desarrollo de alimentos de interés social para diferentes grupos etarios. Producción de harinas precocidas por extrusión a escala piloto”, bajo la dirección de Silvina R. Drago. La convocatoria es coordinada por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación, (MINCyT), en conjunto con el Ministerio de Desarrollo Social y el Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales. Esta propuesta, que está orientada a dar soluciones para el acceso a la alimentación, es parte de un grupo de investigación del Instituto de Tecnología de Alimentos (ITA) de la Facultad de Ingeniería Química de la Universidad Nacional del Litoral (FIQ-UNL) y recibirá un subsidio de $9.116.000 para su realización.

“El proyecto se trata del desarrollo de Alimentos de Interés Social (AIS) y tiene dos grandes objetivos. El primero de ellos es hacer un cambio de escala para poder producir las harinas precocidas de cereales y de leguminosas, por el proceso de extrusión, para fabricar esos alimentos. La segunda parte, tiene que ver también con un cambio de escala, porque vamos a usar estos ingredientes para desarrollar fórmulas de alimentos y hacerlo a nivel piloto”, aclaró Silvina.

La idea es desarrollar 3 tipos de alimentos que serán destinados a los niños en edad preescolar y a las personas mayores de 65 años. Se trata de papillas, que se van a desarrollar a base de cereales y leguminosas, sopas-cremas, y un postrecito tipo arroz con leche: “Estos alimentos son alimentos sociales, por lo que van a tener características de bajo costo y son diseñados con alta densidad de nutrientes, sobre todo en lo que respecta a contenido y calidad proteica y algunos micronutrientes para lo cual vamos a recurrir a la fortificación”, sostuvo la responsable del proyecto. Sin embargo, cabe destacar que estos productos están pensados en el contexto de una dieta, para acompañar a otro alimento.

“Lo bueno que tienen estos alimentos es que son productos instantáneos, por lo cual, solamente va a ser necesario hervir agua, que sea potable, y reconstituir el alimento. Por otra parte, el hecho de ser productos secos, hace que sean fáciles de trasladar y que tengan estabilidad. Entonces, todas estas cuestiones tienen que ver con desarrollar alimentos que sean aplicables, fácilmente, a planes institucionales o planes de ayuda a la población”, explicó Drago.

Ejecución del proyecto

“El grupo de trabajo tiene más de 30 años trabajando en extrusión y en los últimos tiempos trabajamos también en la temática a través de distintos proyectos. Los conocimientos previos a otra escala los tenemos, estamos esperando que se habilite la financiación para iniciar la compra de los equipos, poder cambiar de escala, y para ejecutar este proyecto en el cual tendremos un año a partir de ese momento”, aseguró Silvina Drago en relación a las bases, el presente y el futuro del proyecto.

De esta manera, una vez recibido el subsidio, una parte importante del mismo va a estar destinada a la compra de equipamiento para poder hacer el cambio de escala. Luego comenzará el desarrollo de estos productos muy accesibles para la gente y obviamente van a poder ser comprados en planes del Estado, o por instituciones, para colaborar con gente que no tenga los recursos para comprarlos.

 

Prensa FIQ | UNL