Carlos Madoery es graduado, de la Facultad de Ingeniería Química de la Universidad Nacional del Litoral (FIQ-UNL), en Ingeniería Industrial. Desde joven fue incursionando en diferentes emprendimientos y, entre otras cosas, fue parte del Gabinete de Emprendedores hasta llegar a su actualidad con su proyecto “Green Bomber”: “La Ingeniería Industrial tiene esas herramientas, competencias, que en algún punto nos sirve bastante a los emprendedores y, a su vez, fui complementando mi formación en otras cuestiones, sobre todo en competencias blandas, que son también muy importantes. Creo que logre un complemento y combinación bastante interesante para encarar este tema”, sostuvo Carlos.

El emprendimiento actual en el que se desempeña, Green Bomber, inició a principios de 2019 cuando realizaba su proyecto final de carrera. De allí en adelante se interesó demasiado en el tema y comenzó a avanzar hasta este presente: “Era una forma también de encararlo al emprendimiento de una forma organizada, con cierta planificación. La idea era desarrollar un primer producto, que era una hamburguesa 100% vegetal, que logre replicar todas las características sensoriales y organolépticas de una hamburguesa de carne vacuna. Por un lado, consistía en trabajar todo lo que es el desarrollo del negocio y la gestión integral por nuestra parte y que el desarrollo del producto se trabaje en una tesis de la Licenciatura en Alimentos, que está dentro del Instituto de Tecnología de Alimentos (ITA)”, aclaró Madoery.

Sin embargo, el camino no fue fácil, después de complicarse su realización por diferentes circunstancias, retomó el proyecto desde cero a finales de 2019: “A finales de 2019 decidimos encarar el desarrollo nosotros. Se trataba de un producto muy novedoso y difícil de alcanzar y a partir de eso empezamos a trabajar en muchas pruebas de recetas, de ingredientes, de análisis. Fue mucha investigación y desarrollo, pero uno hizo contactos en el ITA y en la FIQ y en ese sentido la Facultad nos sirvió un montón, ahí arranco un recorrido espectacular de tener que adquirir nuevos conocimientos, formarnos en todas las cuestiones alimentarias que no vemos precisamente en la carrera”, dijo el Ingeniero Industrial.

Cambios en la producción y consumo de carne

Su propósito es cambiar la carne animal, por carne a base de plantas, teniendo en cuenta cómo afecta la industria de la carne al cambio climático, lo perjudicial que es su consumo en exceso para el ser humano, entre otros factores: “Nos gusta decir que no cambiamos la carne sino la forma de producirla, es decir, sacar al animal de la ecuación en la producción de carne. Obviamente que es algo que suena atípico, entendemos que es un proceso largo, sobre todo a nivel local, donde hay que educar mucho al consumidor”. De esta manera, su intención es generar un cambio en la producción de carnes, pero no en su experiencia: “Apuntamos como valor a que no se sacrifique la experiencia del consumo de carne, que se siga disfrutando a partir de estos nuevos productos que le hacen bien al planeta y, obviamente, también hacen bien en términos de salud”, afirmó Carlos.

En la búsqueda de alcanzar un producto símil a la carne animal, pero a base de plantas, hoy también logran diferenciarse y destacar por sobre las alternativas tradicionales a estas: “Con la alimentación a base de plantas también logramos diferenciarnos un poco de las alternativas tradicionales a la carne animal como, por ejemplo, la típica hamburguesa de soja que justamente no alcanza los requisitos que exige un consumidor. Ahí está nuestra propuesta y las diferenciales”. En ese sentido, Green Bomber progresó mucho y logró una hamburguesa que cumple con los requisitos que buscaban: “Hoy por hoy, en termino de características sensoriales estamos bastante bien, bastante cerca, nos falta ahora el desafío nutricional. No solamente queremos lograr productos similares a la carne, sino que nutricionalmente sean mejores, pero vamos paso a paso”, determinó Madoery.

Producción y comercialización

Durante el 2020, con las complicaciones propias de la pandemia, avanzaron sobre el desarrollo del producto y, hace menos de un mes, comenzaron con la producción y venta al público: “Hoy estamos produciéndolas en un local alquilado y habilitado para la producción. Se pueden conseguir en el local de Saludable Service en Mercado Norte, en formato góndola en cajitas de dos hamburguesas, y, en formato carta, estamos vendiendo en El Almacén de la Cervezas. Estamos en esto de acomodarnos y luego saldremos en otros puntos”, sostuvo Carlos.

Green Bomber es un emprendimiento que cuenta con dos grandes áreas de trabajo y un equipo de profesionales. Por un lado, está el área de Investigación y Desarrollo, propio de todo proyecto, y, por otro lado, el área de Marketing y Diseño, lo que demuestra su intención de darle una gran importancia al usuario: “La acción de esto es justamente involucrar al consumidor o a la gente que esté interesada en nuestro proyecto o productos. Buscamos como un proceso de validación mediante la involucración de los consumidores para que vuelquen sus opiniones y a partir de ellos creemos alimentos que realmente los satisfagan”, dijo Madoery.

Destinados a imponerse como marca, Carlos afirma que una vez logrado ese objetivo, irán en busca de nuevos productos: “La idea es ser una empresa desarrolladora. Green Bomber está pensada como una línea de carne vegetal, entonces la buscamos seguir en esa línea de trabajo, seguir sacando nuevos productos que ya tenemos en carpeta y estamos trabajando. Por ahora, con este primer lanzamiento, queremos posicionar la marca a nivel local, que nos empiecen a conocer, y después 100% enfocados en seguir desarrollando y lanzando productos, esa es la meta".

Vinculación institucional

A lo largo de su experiencia, siempre se apoyaron en su casa de estudios para avanzar: “Por suerte tenemos a disposición lo que pueda llegar a brindar FIQ o UNL. Lamentablemente la pandemia no nos permitió explotarlo a full, pero la idea siempre fue que, en ese proceso de desarrollo del producto, nos asesoráramos con el ITA y hacer ensayos adentro de sus instalaciones”, dijo Carlos. Por último, destacó el papel de la Facultad y la Universidad: “La FIQ y la UNL tienen un montón de perfiles y un nivel de educación que nosotros lo tomamos como algo clave, que no podemos dejar de aprovechar. Queremos seguir en la línea de conocimiento y aprovechar la economía del conocimiento, porque aportan grandes valores. Nuestro propósito también es de alguna forma devolverle lo que nos dio a nosotros como personas y profesionales”.

Asimismo hizo énfasis en el rol de la FIQ en la materia: “Tiene una gran trayectoria alrededor de emprendedores que llegaron a crear grandes empresas, tuve la suerte de involucrarme e interactuar en este ecosistema, lo cual me dejó mucha información importante. Creo que lo más valioso que un emprendedor puede recibir en sus primeros pasos es el apoyo de personas que ya han recorrido ese camino, independientemente del producto o servicio que lleves adelante, hay obstáculos comunes que hay que sortear y sobrepasar, principalmente emocionales. A veces, con un simple consejo, una sugerencia o un contacto más, se puede salvar un proyecto.   En este sentido he tenido apoyos de diferentes personas, entre ellas Lucas Bruera, quien resultó un gran mentor para mí y para nuestro proyecto”. Por otro lado, ya en aspectos más específicos en cuestiones científicas, sostuvo: “contar con la posibilidad de realizar consultas a personas expertas en alimentos como las hay en el ITA es sumamente importante para nosotros, agradecer a todos ellos que cuando necesitamos su ayuda nos respondieron amablemente. También hemos contado con disponibilidad y asesoramiento desde la coordinación de la planta de alimentos de la UNL. Así que, inmensamente agradecidos”.

Equipo emprendedor

Green Bomber está integrado actualmente por: Carlos Madoery y Savloff Di Campli, Ingenieros Industriales FIQ-UNL; Eric García Beltzer, Licenciado en Química  FIQ-UNL; Matías Welschen, Diseñador Industrial FADU-UNL; y Andrés Ceirano, Socio inversor.

 

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