El proyecto: “Desarrollo de una nueva formulación para elaboración de pisos y revestimiento atérmicos y de bajo peso”  fue el resultado de una idea que surgió en 2015 cuando la empresa Culzoni S.A. se contactó con la Facultad de Ingeniería Química de la Universidad Nacional del Litoral (FIQ-UNL) con el propósito de mejorar las propiedades térmicas de uno de sus productos destacados: las losetas PATIO by Culzoni. “Ellos vinieron con un problema específico. En Culzoni, una de las líneas de producción que tienen son losetas atérmicas para bordes de piscina. Precisamente, ellos lo que querían era mejorar las propiedades atérmicas de las losetas que ya venían produciendo para obtener un producto Premium y exportarlo a otros mercados, principalmente a Asia, en zonas de temperaturas y niveles de radiación solar muy elevadas”, aclaró Silvina Regenhardt una de las investigadoras integrante del proyecto.

El grupo de investigación y desarrollo dedicado a este proyecto estuvo conformado por el Dr. Alberto Marchi, la Dra. Silvina Regenhardt, la Dra. Garetto, el Dr. Camilo Meyer, el Dr. Zelin y el Dr. Arce, contando además con la importante colaboración de la, en ese entonces, estudiante de Ingeniería en Materiales, Natalia Suarez. Al año de recibir la inquietud por parte de Culzoni, se presentó el proyecto en la Convocatoria  Innovación Productiva de la Agencia Santafesina de Ciencia, Tecnología e Innovación, con lo cual lograron la financiación necesaria para llevar a cabo el desarrollo. Esto sirvió también para capitalizarse mediante la incorporación de equipamiento para llevar adelante el proyecto y que aún hoy permanece. El proyecto finalizó en 2018, “Periódicamente se realizaban reuniones de trabajo entre el grupo de I+D y personal de Culzoni involucrado en el proyecto para discutir los resultados obtenidos y decidir cómo continuar el desarrollo. Cada 3 o 4 meses entregábamos informes e íbamos respetando los tiempos otorgados por la Convocatoria. Lo terminamos muy bien, porque logramos cumplir el objetivo planteado. Se llegó a una etapa de desarrollo de laboratorio y luego se hicieron pruebas en Culzoni a escala planta piloto. Se entregaron todos los informes y resultados como correspondía, y eso quedó para la empresa”, dijo Regenhardt.

Para cerrar, en relación a la experiencia y a la importancia de la FIQ, la investigadora sostuvo: “Para nosotros fue muy importante porque fue la primera vinculación que tuvimos con una empresa importante y nos abrió la posibilidad de trabajar hoy por hoy con varias empresas en paralelo. Esto, sin la vinculación de la FIQ, no hubiese sido posible, que además nos brindó todos los recursos posibles, desde equipamiento hasta recursos humanos”.

 

Prensa FIQ | UNL